El mundo de la tecnología se ha convertido, poco a poco, en un espacio de empoderamiento y desarrollo para mujeres de todo el mundo. Y si bien esta es una industria que todavía está liderada por hombres, hay cada vez más emprendedoras que se atreven a entrar y crear sus propios negocios. ¿Quieres ser una de ellas? Acá te damos algunas razones para hacerlo.
Acabar con la brecha de género
La primera y más importante razón para ser una emprendedora en el mundo de la tecnología, es terminar con las diferencias entre hombres y mujeres de esta industria. Actualmente, esta área esta liderada mayoritariamente por el sexo masculino, a pesar de que cada vez existen más ingenieras y programadoras.
Teniendo en cuenta que ambos puestos son unos de los más cotizados actualmente en América Latina, este es el momento perfecto para que las mujeres puedan entrar en el área y crear sus propios emprendimientos. Dejando de lado, cada vez más, la brecha de género en esta industria.
Herramientas de empoderamiento y emancipación
La tecnología no sólo es una oportunidad de negocio, sino que también se ha convertido en un espacio para que mujeres de todos los espacios sociales puedan acceder a mejores e innovadoras alternativas de trabajo. Así, el uso de recursos tecnológicos, permite que las emprendedoras puedan crear su propio negocio de una manera más segura y empoderada y por otro lado, permite que este género pueda ser parte importante de la economía y desarrollo del país.
Más y más oportunidades
Por suerte, como hay una brecha de género que debe desaparecer en la industria, cada día existen más fondos y becas para que las mujeres entren al mundo de la tecnología. Desde iniciativas para aprender sobre programación, como es el caso de Laboratoria, hasta financiamiento pensado sólo para empresas dirigidas por mujeres, como en The S Factory. Solo es cosa de buscar y atreverse a entrar al mundo del emprendimiento en tecnología, y así, facilitarle el camino a las futuras generaciones que también quieran convertirse en programadoras, ingenieras o simplemente, emprendedoras.
