Asimismo, dentro de las mayores dificultades para este tipo de proyectos es el acceso a financiamiento y entrada al mercado, muchas veces ligado a la falta de experiencia del equipo.
Más de la mitad de los emprendimientos sociales surgidos en Chile están situados en la actualidad en la zona central del país, según arrojó el estudio “Estructura y dinámica del emprendimiento social en Chile” realizado por la Universidad del Desarrollo en conjunto con investigadores de las universidades de Leeds y Newcastle, y el que a su vez señaló que en su mayoría, este tipo de proyectos nace y se estableces en la misma región, con tan solo un 3.8% de movilidad, lo que demuestra un importante arraigo territorial.
Esta investigación fue parte de la línea de co-financiamiento de Proyectos Especiales de Corfo, respondiendo al crecimiento sistemático y sostenido de este tipo de emprendimientos en los últimos años, los que buscan fundamentalmente apalancar la equidad social y la protección ambiental.
Entre los principales hallazgos se encuentra que el 57% de este tipo de instituciones se forman con la intención de resolver problemas sociales, más que de generar dinero (11%). En cuanto a las áreas de trabajo, estás se centran principalmente en educación, con un 43%.
Sin embargo, uno de los mayores obstáculos para el emprendimiento social es la falta de acceso a recursos financieros, puesto que si bien el 89% de estos han recibido inversiones provenientes desde diversas fuentes como capital propio (25,4%), amigos y familia (17,8%) y capital semilla (8,1%), el 95% de los proyectos continua con una merma de recursos para sostener el negocio, mientras que el 92% presenta problemas de flujo de caja y el 90% tiene dificultades para entrar al mercado por falta de habilidades o experiencia por parte del equipo.
Las conclusiones que arroja el estudio señalan que los desafíos pendientes para el desarrollo de la economía social debe ser evaluado respecto al impacto social y/o ambiental que éstas generan y que se deben plantear como un “complemento” a los servicios públicos existentes, debido a su calidad de social, para diferenciarse de las propuestas netamente “comerciales” las que buscan fallas en el sistema existentes y plantean opciones para remediarlo.
