Con la crisis de volatilidad e inflación instaladas en la economía, los bienes de alto valor fueron los más restringidos en cuanto a consumo e inversión por los chilenos. Sin embargo, con la cercanía de la época estival, las fiestas de fin de año y el ambiente post plebiscito, hay varias industrias que están experimentando una suerte de reactivación. Y una de ellas es el sector inmobiliario, especialmente en el segmento de las segundas viviendas.
Así lo ha experimentado la startup chilena Legria, dedicada a la venta de copropiedades para segundas viviendas, que reporta un alza cercana al 300% en las cotizaciones para compra de fracciones.
“En general, a mediados de año veníamos de un flujo de unas cuantas consultas semanales, que por estos días se transformaron en decenas. Si bien no está claro qué factor pesa más para esta pequeña reactivación, sí visualizamos que aquellas personas que habían postergado la idea de invertir en propiedades por diversos motivos entre 2021 e inicios de 2022, hoy están retomando la iniciativa”, detalla Ignacio del Río, CEO de la proptech.
Legria ofrece propiedades divididas en ocho acciones, donde cada persona puede comprar una fracción y tiene derecho a uso proporcional de la misma (6 semanas al año por acción).
En general, su oferta está en la Región de Valparaíso, y apunta a casas de alta gama ubicadas en exclusivos balnearios como Zapallar, Marbella y Cachagua.
Otros actores del sector inmobiliario en la zona, también reportan un alza de las consultas cercanas al 50%, impulsada en parte por los compradores extranjeros que aprovechan el alza del dólar.
Otro factor a tomar en cuenta es que las autoridades, pese a que prevén una leve contracción económica para 2023, estiman que el ritmo galopante de la inflación comenzará a disminuir notoriamente a partir de la última recta de este año, según palabras del propio ministro de Hacienda, Mario Marcel. Dicho factor explica, en parte, el cambio de las personas desde estrategias de inversión ultra conservadoras, como los depósitos a plazo, por gastos más altos y diversificados, como renta inmobiliaria y variable.
Respecto al modelo de copropiedad, Del Río destaca que: “En términos de compra, es ocho veces más barato que la compra completa, y considerando el tiempo de uso efectivo de una segunda vivienda, el aprovechamiento es prácticamente el mismo. En términos de arriendo de una casa de altas prestaciones, estimamos que el costo diario con Legria es un quinto del arriendo diario de la misma casa”.
Agrega que “en balnearios como Zapallar ya se está notando el interés por el nuevo modelo que queremos instalar. Es cierto que la copropiedad ha existido siempre, pero su potencial de ser una herramienta de inversión para todos, es bastante reciente. En el pasado, dividir una propiedad en varios dueños era muy difícil, porque implicaba la mediación de cada dueño y sus intereses. Pero con tecnología, la administración puede ser digital y, a través de una plataforma, se puede gestionar el tiempo de uso, los gastos, reparaciones e ítems extras de la propiedad”.
