El decisivo momento de Netflix

Créditos: Kienyke

Considerando que Netflix siempre ha sido reacio a entregar cifras oficiales tanto en suscripciones como de rating, fue un mazazo ver la noticia que tomó palco central en el mundo tech en estos días: baja en los suscriptores de Netflix obliga a reducir la inversión en contenido original.

Convengamos que esto no era sorpresa: como indica el informe del Hollywood Reporter, se esperaba una baja en el comportamiento de la plataforma por culpa la fuerte aparición de otras apps de streaming en distintos mercados. A eso se sumó la caída en el número de producciones destacadas en su alicaída parrilla, a la espera de nuevas temporadas de esos batacazos llamados “Stranger Things” y “Cobra Kai”, entre otros.

Pero el bajón fue peor. Mientras sumaba más de un millón de suscriptores en Asia durante el Q1 del 2022, se desangró en EE.UU/Canadá (640 mil), Europa, Medio Oriente y África (300 mil) y América (350 mil), redondeando una reducción en torno a los 200 mil suscriptores. 

El golpe final fue la reacción a las cifras: las acciones de Netflix, que ya habían bajado más del 40% este año, cayeron hasta un 24% a 265,11 dólares en operaciones posteriores al cierre.

¿Qué hará Netflix? En rigor, va de vuelta: aunque nunca han dejado de probar fórmulas para mejorar su plataforma, la apuesta también suma otros contenidos para ser algo un poco más completo que un simple servicio de streaming de series y películas. 

Jueguitos

Considerando que más de 6 mil millones de personas tienen un smartphone, era cuestión de tiempo que una empresa como Netflix, que se jacta de innovar constantemente su plataforma, fuera por parte de una lucrativa torta que repartió 90 mil millones de dólares sólo el 2021, en referencia a la industria de los juegos móviles.  

Y eso hicieron. Pese a los cuestionamientos de los analistas, la empresa fundada por Reed Hastings apostó por los juegos adquiriendo en cosa de meses seis desarrolladores: Night School Studio de California, Next Games de Finlandia y Big Boss de Texas. 

Hoy, en algunos dispositivos móviles, se pueden ver varios títulos, incluyendo el inmensamente popular “Preguntados” que, aprovechando el sistema de selección de alternativas que debutó hace unos años con “Bandersnatch”, permite a los usuarios jugar a las preguntas y respuestas. 

¿La idea? Comenzar a engatusar a nuevos usuarios más jóvenes. Según un informe de la consultora Deloitte, entre los consumidores de la Generación Z, los juegos de video son su forma preferida de entretenimiento mientras que los más viejos prefieren películas y series.

A eso suma un último esfuerzo que mezcla lo mejor de ambos mundos, pero para un público algo más adulto: la serie y juego virtual  de “Exploding Kittens”, un popular set de cartas lleno de humor negro creado por The Oatmeal, y que llegará de manera multimedia de la mano de Mike Judge (Beavis and Butthead, Office Space, Idiocracy) y Greg Daniels (Parks and Rec, The Office, Upload).

Modelo de suscripción

Hace unos meses, el chileno promedio puso el grito en el cielo cuando Netflix decidió reducir el número de usuarios por cuenta, advirtiendo que el dueño de la misma deberá pagar un poco más si quería dar más accesos al servicio móvil. 

Este plan, que se aplicó en Chile, Costa Rica y Perú, terminó siendo una suerte de signo de lo que vendría hoy: ajustar el número de cuentas reales activas y empezar a monetizar en esos usuarios que veían pero no pagaban.

La movida se consolidó la semana pasada tras anunciar los bajos resultados. Según confirman diversas fuentes, la idea de Netflix es crear un nuevo modelo de suscripción con publicidad y a menor precio, contradiciendo los principios de la empresa. Pero como dice Reed Hastings, todo cambia y su empresa deberá ajustarse. 

“Aquellos que han seguido a Netflix saben que estoy en contra de la complejidad de la publicidad, y soy un fan de la simplicidad de la suscripción. Pero también soy fan de la libertad del consumidor. Y permitir al consumidor que tolera la publicidad y prefiere pagar menos por un servicio obtener lo que quiere, me parece tiene mucho sentido”, dijo Reed Hastings, CEO de Netflix, según Hollywood Reporter.

Por lo pronto, no hay fechas para saber si este modelo se aplicará este año o el 2023, pero en Netflix parecen decididos a dar un paso que a juicio de Hastings es exitoso para Disney con Hulu. 

Es si, el principal problema actual no es de suscriptores, pues siguen dominando el mercado por lejos, sino un gasto enorme que deberán controlar prontamente. 

Menos es más

Hace unos días se supo que cada episodio de la última temporada de Stranger Things costó 30 millones de dólares, monto objetivamente alto para una serie actual. ¿Los vale? Y, puede que si. 

Según la analista de contenido y estrategia de Parrot Analytics Julia Alexander, en un análisis sobre los shows más demandados por la audiencia, considerando una serie de elementos, determinó que tanto Stranger Things como Cobra Kai, dos series de Netflix, son las más demandadas, superando por lejos a títulos como “Peacemaker” de HBO Max, “Ted Lasso” de Apple TV+ y empatando con “The Mandalorian” y “The Book of Boba Feet”, dos títulos de Disney+ que viven del recuerdo de una de las sagas más populares del planeta.

Lo anterior tiene dos lecturas: la primera es que Netflix puede seguir aprovechando su enorme base de usuarios para desarrollar contenido atractivo y popular, algo que ha hecho gracias a un trabajo de Big Data muy acucioso y acertado, aprovechando los nichos de usuarios que tiene repartidos por todo el mundo, algo que ningun competidor puede decir. 

Lo segundo si tiene que ver con la nueva realidad del OTT: necesita ajustar su gasto. Como indica un artículo de The Wall Street Journal, “la era del gasto exacerbado para sumar clientes se acabó. El crecimiento ha ido más lento  y hoy necesita controlar su presupuesto otorgando disciplina financiera”.

Esto, dado el número de competidores que hay en la actualidad y la falta de programas de verdad significativos. En ese sentido, la lógica del futuro apunta a reducir el número de producciones para mantener la calidad de las mismas, además de apostar por producciones locales de alto retorno, bajo costo y alcance amplio.

Todo esto se podrá ver entre este año y el 2023. ¿Dejará Netflix de ser un competidor de peso? Lo dudamos. ¿Verá afectado el número de suscripciones este torbellino de decisiones que deben tomar? Seguramente, aunque por acá creemos que, en vez de competirle a las otras OTT, Netflix busca transformarse en algo más que una app de streaming, sino un centro virtual de entretenimiento para los varios millones de usuarios que se mantendrán como tal, pagando el precio establecido.

Veremos cómo les va. 

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