El salto operacional de la app de transporte nacida en comunidad

InDrive nació como una comunidad de conductores en la ciudad más fría del mundo y donde los taxis cobraban a su antojo. Hoy son una nación presente en más de 700 ciudades de 47 países gracias a precios claros y bajos.

“Durante un frío 24 de diciembre en Yakutsk, un pequeño pueblo de Siberia donde las temperaturas alcanzan los -49 grados y los refinados taxistas doblaban su tarifa por eso, algunos estudiantes se organizaron a través del Facebook ruso  -VK.com – donde cualquiera podía pedir un servicio de transporte y los que tenían autos podían aceptar el trabajo, a un precio fijo”.

Así consigna TechCrunch la historia del nacimiento de InDrive -entonces InDriver, por Independent Driver-, plataforma de servicios de transporte que desde el frío saltó a EE.UU. y de ahí a los celulares del mundo gracias a un sistema donde el cobro depende directamente de las personas involucradas, dejando de lado las tarifas dinámicas y poca claridad.

Eso, según Eduardo Abud, director de Relaciones Públicas de inDrive Latam, entrega mayor libertad que estar contratado por una multinacional casi fantasma y a precios variados.

“La plataforma entre libertad a los pasajeros para decidir la tarifa, coordinando a un nivel humano, entre personas. Sin tarifas dinámicas ni diferencias de precios por hora o el clima. Esas son ventajas que nos han hecho ser los preferidos en muchísimos mercados”.

Eso y el que cobre tarifas planas a sus choferes. Básicamente, les arrienda la plataforma por un monto mensual. Por eso los servicios de InDrive incluye desde transporte de pasajeros hasta bolsa de empleo, solicitar servicios domésticos, reservar viajes de larga distancia, entregas y servicios de carga, a lo cual pretenden agregar servicio de delivery de alimentos y servicios con empresas tecnológicas.

Expansión

Con presencia en 700 ciudades de 47 países en los cinco continentes, InDrive ha tenido un crecimiento muy significativo desde que naciera formalmente el 2013. ¿El motivo? Un sistema donde la plataforma solo actúa como sostén tecnológico de una transacción donde los interesados deciden el precio, dejando de lado el algoritmo

Eso, más una comisión muy baja, hacen que en muchos aspectos InDrive sea la evolución de las plataformas colaborativas, como explica Abud:

“En los 47 países donde estamos operando tenemos la tarifa mas baja, no por querer ser la más baja sino porque creemos es la tarifa justa. Ese es el ADN de la compañía: el pago justo y no la usura que existe en otros sistemas. Este modelo es más justo y equitativo”.

Y ojo que lo de justo y equitativo no es al lote: según el comunicado de prensa, el cambio de InDriver a InDrive, tiene que ver con el Inner Drive, la fuerza interior de la empresa a la hora de enfrentar la injusticia en los precios del transporte.

Y si InDrive nació así, luchando contra los abusos de los taxistas en un frio pueblo siberiano ¿porque no tendría que seguir siéndolo? Hay que creer.

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