Descartado como un ”desconocido” por Vulture, el progreso que ha tenido Tom Hiddleston con Loki como personaje del Universo Cinematográfico de Marvel ha sido a lo menos sorpresivo. Pasó de ser el hermano malvado de Thor a villano favorito, antihéroe a ratos y, gracias a “Loki”, la serie que acaba de finalizar en Disney+, una herramienta clave para tratar de explicar todo lo que ocurre tras las bambalinas temporales del MCU
¿Qué es eso? Luego de los eventos de “Avengers: Endgame” donde Loki versión NYC roba el Tesseract y da vida a una nueva línea de tiempo, su escapada lo lleva al TVA -Autoridad de Variación Temporal-, oficina burocrática que controla el paso del tiempo desde el inicio del universo hasta su misterioso final.
Ese es el primer gran logro de “Loki”: interpretar visualmente, gracias a una estética vintage/futurista en tonos sepia, toda la burocracia que significa controlar el tiempo y el espacio. Es en esa Oficina de Partes Metafísicas donde aterriza el protagonista, primero en busca de un propósito glorioso, para después intentar sobrevivir a un mundo donde todos saben más que él.
Pese a ello, Loki no deja ser nunca el centro de atención. Y aunque entre Mobius (Owen Wilson siendo Owen Wilson) y She-Loki (Sophie di Martino rompiéndola) se turnan los focos narrativos, todo existe para dar explicaciones argumentales y sutilezas humorísticas que cuajan perfecto con la ya tradicional sensualidad caricaturesca del titular Loki.
Ese es otro punto para la serie: su reparto. Mucho rostro nuevo y un par de nombres indie/clásicos -Richard E. Grant como Ese-Otro-Loki fue un toque maestro-, generaron una interesante mezcla que sacó adelante la compleja tarea de darle gravedad operática a este ridículo universo de eventos nexus, mundos paralelos y líneas temporales mezcladas.
Todo, obviamente, intencional. Con Michael Waldron a cargo, el ex escritor y productor de “Rick y Morty” y “Community” da rienda suelta a todos los trucos para crear en “Loki” una versión más cínica y malévola de clásicos como Doctor Who, Inspector SpaceTime y el mismo Rick Sanchez, todos genios que de pronto no entienden dónde diablos se están metiendo.
Y aunque algunos podrían haber esperado algo más visceral de un personaje que además de pansexual, en algún lugar ficticio se transformó en un caballo para ser follado y procrear un caballo de ocho patas, el viaje de Loki por la zona espacio/temporal del MCU fue un asunto entretenido, visualmente único y objetivamente seductor.