Rentabilidad y sostenibilidad es el mix de ventajas que ofrece el quillay a quienes quieran disponer sus campos y predios para su plantación. Esto, porque la demanda de saponina que se extrae de la biomasa de esta especie endémica va cada día en aumento.
Así lo explica Andrés González, CEO de la compañía de I+D, Desert King, que desarrolla productos innovadores a partir del quillay: “el mercado de la saponina de quillay hoy está demandando 15 mil toneladas anuales y se espera que, en los próximos años, se amplíe hasta 30.000 debido a sus múltiples usos en industrias como la farmacéutica, cosmética, alimentaria, minera, entre otras”.
Junto con esto, desde la compañía Desert King, explican que el árbol de quillay es una real alternativa productiva a las plantaciones de especies exóticas que consumen grandes cantidades de agua.
Lo anterior es debido a que se trata de un árbol nativo, esclerófilo y mediterráneo con una gran capacidad de adaptación a las condiciones climáticas actuales de sequía.
Además, su gestión sostenible, bajo el modelo utilizado por la empresa, le proporcionan vigor y aseguran su regeneración del árbol a través de técnicas de poda.
El llamado que realiza Desert King le da la oportunidad a los pequeños, medianos y grandes propietarios ubicados entre Valparaíso y Ñuble, que estén interesados en su cultivo, a diversificar el uso de sus suelos con una especie rentable que provee materia prima cuya demanda va en aumento y que, al mismo tiempo, promueve el desarrollo de la apicultura.
Y esto no es todo. Abrirse al cultivo del quillay significa impulsar el desarrollo científico de productos derivados de esta especie elaborados en nuestro país por Desert King, que aportan al bienestar de las personas, cuidando el planeta.
“En Chile estamos elaborando productos con alto valor agregado desde el quillay, que impactan de manera positiva a la humanidad, y hoy los empresarios pueden ser parte de este desarrollo científico hecho en Chile y, al mismo tiempo obtener ganancias”, señala González.
La invitación es a sumarse a un nuevo paradigma de gestión forestal, rentable y sostenible, plantando o gestionando bosques de quillay de manera responsable.
