Sin ser el ying del yang de los Oscar, el Golden Rasperry Award, o Razzie, se ha transformado en un clásico de la semana previa a los premios de la Academia.
Y aunque a priori nadie se toma mucho en serio esto, la sutil selección de lo malo es tan compleja como elegir a los mejores. Y también cometen errores.
Acá están algunos de los ganadores que creemos, no eran tan malos.
1981 – Peor director: Michael Cimino
Aunque es su historia los Razzie se han hecho millonarios con un montón de aplaudidos directores que en su momento no dieron pie con bola – Barry Sonnenfeld , Gus Van Sant, M. Night Shyamalan y Guy Ritchie- el más grande de ellos es por lejos, Michael Cimino y su ”Heaven’s gate”.
Víctima de problemas de financiamiento, ego, desencuentros varios y caos generalizado, la cinta destruyó a United Artist, la carrera de Cimino y, según algunos, reconfiguró el poder que los estudios tenían sobre el producto final.
El problema es que con el tiempo – y un Cimino’s Cut mediante- “Heaven’s gate” se transformó en una de las grandes obras cinematográficas de su época, y su desastroso estreno una de las mayores injusticia del mercado cinematográfico.
1981 – Peor Actriz: Faye Dunaway
Si bien ese año el premio fue compartido por Dunaway y Bo Derek, son muchos los que creen que el trabajo de la galardonada actriz en “Mommie dearest”, donde interpreta a una desquiciada Joan Crawford, fue lo mejor de una cinta desafortunada, pese a la aparente sobreactuación y el excesivo dramatismo de Crawford contra los colgadores de ropa de alambre.
Sea como sea, el tiempo le dió la razón a Faye. Mientras el drama familiar, y la particular actuación de Dunaway, creció en aprecio con el paso de los años, la actriz se transformó en una leyenda del cine, acumulando 6 premios y 18 nominaciones entre Oscars, BAFTA, Emmy y Globo de Oro.
1982 – Peor actor: Laurence Olivier
Otro desastre en la taquilla -reunió menos de 2 millones de dólares con un presupuesto de 44 millones- “Inchon” destacó por lo fallido de la apuesta.
Film épico de guerra financiado por la secta Moon, la producción le pagó un millón de dólares a Laurence Olivier, una leyenda viva en ese entonces, para interpretar al popular general Douglas McArthur, acompañado de nombres como Ben Gazzara, Jacqueline Bisset, Richard Roundtree y Toshiro Mifune.
Pero no pasó nada. ¿Laurence Olivier? En rigor, la crítica no le dejó pasar este lapsus actoral al británico, aunque uno que otro especialista lo seleccionó como lo único rescatable de una producción desastrosa.
Lo cierto es que Olivier es una leyenda y sólo por eso no debió nunca llevarse este premio.
1991 – Peor Película: “Hudson Hawk”
Estrenada en el importantísimo “Memorial Day” de Estados Unidos, “Hudson Hawk” es una ridícula comedia de acción escrita y protagonizada por Bruce Willis -en su peak de popularidad- que naufragó olímpicamente el año de su estreno, recaudando poco más de 17 millones de dólares en su corta corrida en salas.
¿El problema? Quizás en EE.UU. no entendieron el chiste. Eso reflejan los 80 millones de dólares que “El halcón anda suelto” recaudó en los mercados internacionales, redimiendo financieramente a un filme intencionalmente absurdo.
Pocos encontraron gracia a la compleja trama internacional que rodea a un ladrón (Willis) experto en el robo de obras de arte al ritmo de alguna canción clásica -true story-, y que recién salido de la cárcel debe enfrentar a la mafia italiana, la CIA y El Vaticano, todos detrás de una serie de obras de Leonardo da Vinci que les permitiría transformar el hierro en oro.
Caso clásico de genialidad incomprendida, lo humorísticamente disparatado de “Hudson Hawk”, junto al evidente compromiso de Richard E. Grant, Sandra Bernhart, Andie McDowell y Dani Aiello, además del mismo Willis en su roles, dieron vida a una cinta que aunque fallida en su tiempo como blockbuster, es incuestionablemente mejor que esa porquería llamada “Cool as Ice” o “El Retorno a la laguna azul”, dos de las nominadas que debieron llevarse el Razzie ese año.
1993 – Peor película: “Indecent Proposal”
En un año particularmente mañoso – compitió con una de Madonna, “Cliffhanger”, “Sliver” y la también incomprendida “Last Action Hero”, “Una propuesta indecente” es un drama amoroso que, pese a la peculiar combinación de estrellas -Demi Moore, Woody Harrelson, Robert Redford- enganchó a varios y marcó época.
De hecho, el tema “No ordinary love” de Sade fue un hitazo ese año sólo gracias a que esta pareja -Moore y Harrelson- apretada por las circunstancias, remata por un millón de dólares una noche de pasión entre ella y un millonario que compra hipopótamos por caridad y luce como Robert Redford.
Y si bien no es una joya de la cinematografía, quedó para la posteridad la tensión general y ese final, en el muelle, cuando los dos enamorados, cansados de tanto drama, se toman de la mano bajo la niebla.
1994 – Peor actriz: Sharon Stone
Corre el año 1994 y Sharon Stone, con una larga carrera a su espalda, venía de romperla como Catherine Trammel en Bajos Instintos dos años antes. No sabía la actriz que a la vuelta de la esquina estaban dos nubarrones que estropearían temporalmente el desfile de la rubia.
“El Especialista “ e “Intersección”, dos dramas adultos completamente desenfocados estrenados el 94, le significaron a Stone llevarse un deshonor por el cual ya había sido nominada el año anterior con “Sliver”, otra rareza seudo softcore para adultos que, como todos estos títulos, estrujaron a Stone como el símbolo sexual que era en ese segundo.
Afortunadamente, un iluminado Martin Scorsese la rescata para representar a Ginger McKenna, la tóxica pareja de Robert de Niro en la subvalorada “Casino”, rol que le significó llevarse un Globo de Oro y una nominación a mejor actriz en los Oscar al año siguiente.
2016 – Peor remake: Batman vs. Superman: Dawn of Justice
Aunque amasó cientos de millones de entradas vendidas, rompiendo récords en varios mercados, la secuela de “Man of Steel” pagó el precio de ser dirigida por Zack Snyder, director cuya divisiva carrera quedó de manifiesto con los resultados de esta cinta: la gente amó criticarla.
Pero la gente estaba equivocada. Además de ser un esfuerzo más que decente para dar inicio al universo cinematográfico de la DC, le siguió una versión extendida que redimió a Snyder, permitiéndole proseguir su trabajo con “Justice League”, historia que ya todos conocemos y que terminó colocando al efectista director como un héroe para los fanáticos del DCEU con su SnyderCut.
Y aunque Batman vs. Superman está lejos de ser una obra maestra, ciertamente es mejor que “Fifty shades of black”, parodia afroamericana de “50 sombras de Gray”, a cargo de Marlon Wayans, una de las nominadas ese año.
