Basada en el cómic homónimo de Robert Kirkman y Cory Walker de Image Comics, “Invincible” es una serie animada que, sin bombos ni platillos, se estrenó este fin de semana recién pasado en Prime Video, hogar de la aplaudida “The Boys”, la alucinante serie de violentos superhéroes demasiados reales.
¿Y qué tiene que ver eso con “Invincible”? Que ambas series se basan en cómics que han logrado subvertir el manoseado género superhumano en su traspaso a la televisión.
Pero ¿de qué va “Invincible”? ¿Qué se sabe? ¿Por qué hay que verla? Vamos por parte:
Invincible es la historia familiar de Mark Grayson, hijo de Omni-Man, alienigena del planeta Vitrum a cargo de proteger la Tierra de cualquier amenaza cósmica, y cómo éste debe enseñarle a su hijo a usar los poderes que comienzan a aparecer y a complicar la vida del flamante héroe llamado “Invincible”, aunque su seudónimo no refleje en realidad de resistencia a los golpes.
Animada al estilo de los cómics Marvel de los 90 como X-Men, la historia se siente como un drama personal, casi telenovelesco, tela donde se van bordando los tiras y afloja privados de la familia Grayson, y las obligaciones que les significa a padre e hijo ser superhéroes, incluyendo el uso de inusitada violencia -ojo al final de la primera temporada- y la realidad de ser poderosos sin saber cómo hacerlo, todo en medio de intrigas internacionales y seres de otros mundos.
Producida por el mismo Kirkman, la serie fue anunciada el año 2018 y recién estrenó tráiler completo en febrero de este año, hitos comunicacionales que fueron los únicos que precedieron a su estreno el viernes pasado.
Sobre el casting, destacan las voces de Steven Yeun, J. K. Simmons, Sandra Oh , Zazie Beets, Walton Goggins, Gillian Jacobs, Seth Rogen, Jason Mantzoukas, Mae Whitman, Zachary Quinto, Clancy Brown y Mahershala Ali, entre otros.
En cuanto a escala, lo de “Invincible” es mayor. Existe una suerte de ONU de superhéroes, hay inspectores del inframundo investigando superasesinatos, y las amenazas que tienen los superhumanos son mayores. Todo gracias al formato animado que permite ampliar visualmente la historia, sopesando además la cantidad de sangre que se ve en la pantalla.
Porque si algo es “Invincible” es ser sangrienta. No todo el tiempo, pero ahí radica su gran gancho visual: el choque cultural que genera ver esas sanas animaciones de antaño con tonos oscuros de realidad, con una narrativa efectista visual más cercana a Quentin Tarantino que a Kevin Smith. No todo el tiempo, pero que está ahí, enmarañado entre romances adolescentes y cómo aprender a defender el universo sin morir en el intento.
Con tres capítulos estrenados, y cinco restantes que se estrenarán semanalmente hasta completar la primera temporada, cada uno dura cerca de 40 minutos, lo que aunque parece largo para un show de animación, es preciso para recorrer todos los aspectos, oscuros y livianos, de la historia, siempre con humor sutil y giros inesperados.
En resumen “Invincible” es un nuevo miembro de esta larga lista de series y películas de superhéroes, y que en este caso logra subvertir el género mezclando animación clásica, humor negro y un rojo chorro de violencia, combinación precisa para un show animado para adultos.
