Aunque la carrera musical de Felipe Ubeda comenzó frente al piano a los 11 años, fue la guitarra la que lo llevó a recorrer las calles de Nueva Zelandia y Australia tocando su música. Ahí conoció también el instrumento que definiría su futuro: la Cigarbox Guitar.
¿De qué se trata? Creada durante la Guerra Civil en EE.UU., esta guitarra es más bien un cordófono -o instrumento de cuerdas- creado con una caja de cigarros o puros, un palo y dos cuerdas. De fácil construcción y sonido, este instrumento se hizo muy popular entre soldados y después vagabundos atraídos por la música.
Por eso el arte callejero fue el que le entregó este instrumento a Úbeda, que ya de vuelta a Chile le permitió ganarse su espacio apunta de concursos y contactos musicales que le permitieron grabar un primer sencillo junto a otros músicos, formando un cuarteto llamado Cigarbox Man donde la base la entregan las composiciones con la Cigarbox Guitar, su instrumento hecho con sus propias manos y con materiales reciclados.
Hoy, se encuentra armado un nuevo disco ampliando el concepto ecológico de su instrumento a otros campos, pues trabaja pensando en compensar la huella de carbono de su obra.
“El 2020 comenzamos con una donación a la fundación Cultiva, en donde medimos bien la huella de carbono”, cuenta Felipe.
¿Y cómo lo hizo? “Sacamos la cuenta de las horas que estuvimos en el estudio, el gasto en bencina con los trayectos y en base a eso hicimos la donación y plantamos 33 árboles en el Cerro Renca. Financiamos un proyecto de inclusión con jóvenes en situación de riesgo para que aprendieran el significado de la reforestación”, dice el músico.
Para Úbeda, la idea es que con cada canción del nuevo trabajo se pueda hacer una mejora al medio ambiente.
“Me gusta llamarlo álbum de música circular porque todas las canciones van a estar atribuidas a una causa social o fundación sin fines de lucro”, detalla el también guitarrista y cuyo trabajo puedes ver en su Instagram o en el video de acá abajo.
