La historia de un smartphone que merece más

Víctima del bloqueo de USA of Trump al fabricante chino, el P40 Pro de Huawei es un equipo que supera en muchos aspectos a varios modelos de la competencia. Y aunque la ausencia de Google Services en su software asusta, en tiempos de privacidad digital esto no es tan negativo.

En specs, lo del P40 Pro de Huawei es incuestionablemente sólido. Su cámara principal cuádruple, de 50 MP, 12 MP, 40 MP ultrawide y el TOF 3D para darle profundidad de campo, fue armada bajo la asesoría de la reputada Leica, asociación que lleva años entregando enormes frutos y enseñanza fotográfica digital al fabricante chino, lo que se ve claro en la cámara selfie de este mismo modelo, con 32 MP y el TOF 3D. 

Photo by Zana Latif on Unsplash

La enorme cámara, que tuvo grandes resultados en las pruebas de DxOMark, es la primera gran característica del P40 Pro, equipo que destaca de sobremanera en dos otros aspectos: batería y diseño.

Sobre lo primero, una aclaración: desde su explosiva aparición en el mercado global los equipos Huawei destacaron por sobre Apple y Samsung a la hora de hablar de autonomía en los dispositivos. Eso se mantiene en el P40 Pro, gracias a una batería de 4.200 mAh que permite al usuario superar con creces el día y medio de uso, entre normal a intenso.

Sobre el diseño, nada que decir. De toda esa línea Pro de equipos lanzados en marzo del 2020, el P40 Pro viene con una terminación de vidrio que, según un review de GQ, exuda maravillas:

“Dicho en simple, el P40 Pro es uno de los teléfonos más guapos que he tenido. Su terminación en cristal mate captura y refleja la luz de tal forma que no hay foto o diseño gráfico que le haga justicia. Definitivamente gira cabezas y si bien viene con una cobertura plástica, es un crimen de diseño el que sea cubierto”, reza su review.

El gran pero y lastre que trae Huawei tiene que ver con este secreto a voces que significa el no tener los servicios de Google. Esto es, un montón de aplicaciones que vienen incrustadas en los smartphones Android -de Google- y que hemos aprendido a usar como muletas digitales. 

Pero como cuentan algunos se puede vivir sin Google. Existe una serie de aplicaciones alternativas que ayudan a acostumbrarse a vivir sin los infames Google Services, lo que incluso podría ser una suerte de dieta mental forzada. Una FajApp, si se quiere. 

Mucho se ha hablado de lo invasivas que son las redes sociales en la actualidad y lo mal que hace el smartphone cuando su uso es excesivo. En ese sentido, no parece un contrasentido poseer un dispositivo despojado de amarres digitales y lastres neocapitalistas propios de distopías futuristas que cada día parece ser más cercana. 

En ese contexto, ir por la vida sans Google, más que un problema puede ser una oportunidad de rebelarse con el sistema poseyendo, de pasada, el que bien puede ser el mejor teléfono lanzado el año 2020

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