Las pymes no innovan

Fernando Benavides, gerente general Ennovate

En un país donde la mayor parte del trabajo se genera por las pequeñas y medianas empresas, con la relevancia que esto tiene para la economía y estabilidad de un país en distintas áreas, se podría esperar que este segmento de organizaciones tuvieran una estructura con énfasis en procesos de innovación que permitieran la creación de nuevos productos y servicios. Analizando en lo estratégico que resulta asegurar la viabilidad de este segmento para el futuro y desarrollo del país, y cómo desde hace un tiempo a la fecha existe consenso de que la innovación es la principal fuente de creación de valor duradero y diferenciador, se puede esperar que las pequeñas y medianas empresas innoven.

La realidad, sin embargo, es muy distinta. Las pymes no innovan y a cambio se aferran a sus productos, compitiendo de la forma tradicional, esperando consolidar su estructura de forma poco disruptiva. ¿Por qué no innovan las pymes? De alguna forma sus dueños o gerentes no entienden que la innovación es lo que les permite aumentar sus competencias y consolidar su permanencia en el mercado. Muchos pequeños y medianos empresarios sí quieren generar nuevas propuestas y marcar una diferencia, pero también es cierto que la situación que vive el sector es compleja.

Ser pyme en Chile implica tener que buscar diariamente la solidez financiera que permita consolidar un flujo de caja que entregue tranquilidad operacional. Por ejemplo, los recursos no están destinados a invertir en capital humano especializado, investigación, desarrollo o programas de fomento del intraempredimiento. Para ese salto se necesita mucho apoyo y en efectivo. El Estado, por medio de sus instituciones, colabora y promueve diversas iniciativas, pero no siempre se cuenta con él de forma rápida y efectiva. El solo hecho de completar un formulario de postulación a dinero de fomento cuando no existe la capacitación asociada puede resultar complejo y genera una asimetría de información que no permite conocer cómo postular. El caso de la banca no resiste análisis: su financiamiento termina siendo en la gran mayoría de los casos, simples créditos con tasas de interés no tan blandas y que se otorgan a quienes son sujetos de crédito. Si a ello agregamos la falta de capacitación especializada, incapacidad para relacionarse con centros de educación e investigación y el reducido vínculo con asociaciones gremiales la situación se hace más compleja aún y se llega finalmente a entender por qué las pymes no innovan en Chile.

Con todo, se hace imperioso el apoyo que como sociedad se debe entregar a estas empresas. Ya no se trata únicamente de un tema de políticas públicas. Deben coexistir distintas instancias de colaboración: las universidades deben integrar en sus planes estratégicos a la pyme como un canal de salida de su conocimiento; las grandes empresas deben apoyar y consolidar alianzas con empresas de menor tamaño, desde respetar plazos de pagos de facturas hasta firmar alianzas estratégicas de beneficio mutuo; y el Estado debe garantizar políticas no sólo mediante fondos fiscales, sino que a través de programas de integración y orquestar una propuesta país donde la pyme tenga un rol clave. Innovar en la pequeña y mediana empresa es de alto impacto. Las pymes involucran a un número significativo de compañías, tienen capacidad de adopción y movilidad, y porque la experiencia internacional dice que es en este segmento donde se juegan las fichas para generar cambios económicos y sociales radicales.

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