Latinotype: chilenos lanzarán el primer marketplace de tipografías en Latinoamérica

Dos amigos diseñadores vienen consolidando un ecosistema para el desarrollo de fuentes tipográficas que se venden en todo el mundo y han sido usadas para campañas de Stabucks y Vanity Fair, entre tantas otras. Con el background, ahora lanzarán su marketplace propio a inicios de 2023.

La mayoría de las personas, ya sea por estudios o trabajo, están familiarizadas con la necesidad de elegir una tipografía o fuente. Sin embargo, pocos caen en cuenta de su relevancia. Por ejemplo, está el caso de Robin Nicholas y Patricia Saunders, quienes en 1982 crearon una fuente tipográfica que fuera lo más simple, estética y eficiente posible para las impresoras láser que estaba construyendo IBM. La bautizaron como “Sonoran San Serif”, pero en 1992 la incorporó Windows para sus sistemas operativos y la renombró como “Arial”.

Esa misma pasión por el “arte de dar forma a las letras” es la que llevó a dos diseñadores chilenos a introducirse como nadie en Latinoamérica al mundo de la tipografía. Más precisamente, al desarrollo y comercialización de tipografías -o fuentes-, que si bien se trata de un fenómeno artístico, se termina plasmando en el desarrollo de software que luego es vendido en vitrinas selectas.

Latinotype, que hoy es una empresa consultora y desarrolladora de tipografía, fue ideada en 2008 por Luciano Vergara y Daniel Hernández, pero se materializó como tal en 2010. “La verdad es que en ese momento en Chile no existía nada similar, solo había intentos de diseño a partir de académicos o búsquedas personales, pero nada concreto en cuanto a la comercialización de fuentes digitales, ni menos alguien sabía crear una fuente ‘bien’ y que funcionara en el mercado internacional. Las pocas personas de Chile que hacían eso, salían a través de empresas norteamericanas o europeas y nos pagaban un porcentaje muy pequeño”, recuerda Vergara, cofounder de Latinotype.

Ojos en el hemisferio norte

Desde los orígenes de la empresa, para los founder la meta siempre fue vender tipografías en el mercado norteamericano, ya que la cultura de la compra y el licenciamiento, en Chile, era bastante escasa. “En ese tiempo las pirateaban o se las conseguían, no había una profesionalización. De algún modo nos tocó impulsar eso, que a la larga ayuda a que se difunda mucho más la fuente”, detalla por su parte Hernández.

Si bien para ambos emprendedores la rama del diseño que se dedica a la tipografía era “su pasión”, entendieron que la nula propuesta de mercado en Latinoamérica era una oportunidad de negocios. Luciano Vergara recuerda que “necesitábamos ganar dinero a partir de lo que nos gustaba. Veíamos algunas revistas sobre diseño de afuera y notamos que los anuncios de publicidad eran de empresas que hacían tipografía. Ahí notamos que había este mercado, que nos apasiona mucho pero que además se podía monetizar. Nuestro rollo no fue vender en Chile, porque no había una cultura, sino que en Europa y Norteamérica”.

Además, fueron apoyados por el Incuba UdeC, el departamento de innovación de la Universidad de Concepción, del cual hoy ya son egresados y mantienen una relación estrecha.

Latinotype

Con las premisas claras, Luciano y Daniel comenzaron vendiendo sus propios proyectos y fuentes, que se posicionaban en las grandes vitrinas mundiales del hemisferio norte. Luego, comenzaron a acoger a diseñadores que llegaban con ideas, para luego trabajarlas en proyectos concretos y viables de comercializar.

A la fecha, según sus cálculos, el 98% de las tipografías que venden se van a exportación, y con el tiempo Latinoamérica llegó a captar un 5%. Y así como el streaming logró lo impensado en el mundo audiovisual, vencer a la piratería de series y películas, para Daniel Hernández “ahora sí comienza a verse una cultura de la tipografía en Chile, a darse el valor que tiene y respetar la autoría”.

Un modelo “conveniente”

Con el tiempo, lograron concretar algunos “hits”, como las fuentes “Trend” y “Recoleta”, que consiguieron más de medio millón de descargas al rededor del mundo y se posicionaron durante largo tiempo en los Top10 de vitrinas mundiales como My Fonts. También han conseguido posicionar sus creaciones en campañas de alta visualización mundial, para empresas como Starbucks, Milka, Vanity Fair, Etam e incluso el gobierno de El Salvador.

Para los emprendedores, la clave de su éxito ha sido la constancia para crear un equipo, además de la metodología de trabajo que los llevó a sistematizar la labor creativa. “Logramos formar un proceso que era muy conveniente para los diseñadores. Además tenemos un equipo de buenos colaboradores. Un diseñador tal vez tiene una idea que no puede terminarla solo, por falta de conocimiento en ciertos procesos y experiencia en decisiones editoriales”, dice Hernández, mientras Vergara agrega que “por dar un ejemplo, si nos presentan un set de 4 letras, eso nos permite echar a andar el proceso de diseño que es extenso, puede durar años”.

Con todo el background, Daniel y Luciano ahora trabajan en una plataforma web donde lanzarán el primer marketplace -o distribuidora- de tipografías en Latinoamérica, para potenciar el desarrollo regional de diseñadores y una vitrina más ad hoc para las empresas de los mercados latinos.

¿Su nombre? El mismo de la empresa que hoy ya tiene oficina en Santiago y Concepción: Latinotype. “Decidimos mantenerlos porque ya hay una marca que nos hace reconocibles y un camino que nos avala”, dicen. Si bien a la fecha continúan con su plan de crecer con capital propio, están en busca de apoyo y mentoría para el lanzamiento de su propia fundición y vitrina de tipografías digitales, y el perfilamiento de su nuevo negocio, que debería ver la luz a inicios de 2023.

 

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