De los 1,8 emprendedores que actualmente hay en en nuestro país, la gran mayoría ha comenzado su proyecto con ahorros propios, de familiares o amigos, mientras que porcentajes muy menores han recurrido a créditos y beneficios gubernamentales
Desde hace algunos años que la palabra emprendimiento está en boca de todos, y cómo no, si el sueño de crear un negocio propio sumado a la alta disponibilidad de tecnología y conocimiento ha inundado desde las universidades hasta todas las áreas de la vida.
En Chile, según el Ministerio de Economía, ya existen 1.865.860 emprendedores de los cuales 1.814.938 son microemprendedores. En Chile se entiende como microemprendedor a aquella persona que es dueño (o socio) de una unidad económica que cuenta con uno a nueve trabajadores, mientras que el emprendedor de pequeña empresa es aquel que es dueño (o socio) de una unidad económica que cuenta con 10 a 49 trabajadores. Finalmente encontramos al emprendedor de mediana empresa que es dueño (o socio) de una unidad económica que cuenta con 50 a 199 trabajadores.
Del total de emprendimientos en el país, el 51,1% es formal o en vías de serlo, esto quiere decir que cuentan con inicio de actividades, registro de cuentas de su negocio y patente municipal (en los casos que corresponda); mientras que el 48,9% son informales, lo que significa que no cuentan con ninguno de los anteriores. Esto es especialmente preocupante puesto que si bien la formalidad de los negocios genera confianza en los clientes, existe una brecha importante entre los ingresos de los emprendimientos informales y los formales. Entre los primeros, el 65,6% concentró ventas mensuales entre los $0 y los $225.000 y tan solo el 10% superó los $450.000. Por el contrario, entre los formales tan solo el 27,1% tuvo ingresos entre $0 y $225.000 y más del 44% superó los $450.000, según arrojó la IV Encuesta de Microemprendimiento (EME4) elaborada por el Ministerio de Economía y el Instituto Nacional de Estadísticas
“97% de los emprendedores en Chile son catalogados como microemprendedores, empresas con entre 1 y 9 trabajadores”
Financiamiento
La encuesta reveló que en el 87% de los emprendimientos necesitó financiamiento para iniciar el proyecto. De estos, el 88,2% utilizó ahorros propios o de familiares y amigos, mientras que el 7% recurrió al sistema financiero formal, esto es bancos, cooperativas y cajas de compensación. Aquí se puede ver una importante diferencia en el ámbito de transportes, comunicaciones y almacenamiento cuya tasa alcanzó el 28,5%, cuatro veces el promedio total.
El 2,4% de quienes necesitaron solvencia para partir utilizó recursos provenientes de algún programa de gobierno, cifra que asciende a 12,5% en el caso de la minería y a 7% en los emprendimientos ligados a la agricultura, mientras que en otros sectores estos porcentajes son considerablemente menores.
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