Los momentos más cuáticos en “The Boys”

Finalmente llegó a Amazon Prime Video la tercera temporada de “The Boys”, aplaudida adaptación del cómic homónimo creado por Garth Ennis. En su honor seleccionamos los siete momentos más WTF, brutales y/o diabólicos de sus dos primeras temporadas.

Como muchos televidentes, nadie tenía muy claro qué esperar de “The Boys” cuando se estrenó hace tres años en la aún desconocida plataforma llamada Amazon Prime Video.

Pero desde el primer episodio hasta el final de la 2da temporada, la historia de Billy Butcher y su imposible cruzada contra los superpoderes de Los Siete y Vought International se llenó de momentos que los angloparlantes denominan WTF -o ¡¿que chucha?!, en chileno-, con sangre, bizarras reacciones y mucha brutalidad entre medio. 

De hecho, son tantos que es imposible colocarlos a todos. Es como la especialidad de la serie. Por eso, y en homenaje a Los Siete, seleccionamos 7 momentos que nos obligaron a expeler un “¡¿qué chucha?!” cuando ocurrieron. Quedaron fuera, por desgracia, la muerte de un delfín, las branquias parlantes de The Deep y un pene elástico, aunque las que seleccionamos son tanto o más perversas. 

De forma cronológica partimos por la muerte que dió inicio a todo.

Sangre y velocidad

Fue un balde de violencia y sangre. Literal. Al principio del primer episodio conocemos a Hughie, fanático de los superhéroes y enamorado de Robin, su pareja a quien besa, abraza y le toma las manos con cariño.  

Hasta que desaparece.

Sólo es en cámara lenta cuando vemos lo que realmente ocurrió: A-Train, el ser más rápido del planeta, miembro de Los Siete y completamente drogado, atraviesa a toda velocidad a la mujer, dejando una mancha de sangre en el suelo  y en la humanidad de Hughie, quien queda en shock y sólo con las manos, cercenadas, de su amada.

Brutal.

Bomba intestinal

Cerrando el primer círculo traumático de Hughie, y ya acompañado de “The Boys” en su cruzada antihéroes, el joven enfrenta cara a cara a Translucent, un indestructible ser humano con horrible moral y el poder de la invisibilidad. Secuestrado por Billy Butcher y con suficiente explosivo en su cuerpo para desintegrarlo, Translúcido logra convencer al joven -que posee el gatillo de la bomba que lograron introducir por el ano del héroe- y logra escapar. 

Bueno, casi.

En un momento clave de su psiquis, Hughie decide que debe dejar de ser el cobarde que su padre quiere que sea, y que es hora de ensuciarse las manos en nombre de su fallecida pareja. Así, aprieta el gatillo justo cuando Translucent desaparecía, dando un baño de sangre y pedacitos óseos al pasillo, la pantalla y su cuerpo completo. 

Lo mejor llega al final, cuando Billy y Frenchie limpian el lugar y reconocen, finalmente, el tamaño de los cojones de Hughie. 

Sangriento éxtasis

En medio de una crisis emocional y económica, Pop Claw -algo así como garra sorpresa-, pareja del mencionado A-Train, decide pagar el arriendo de su departamento mediante prestaciones sexuales de carácter fantástico. 

Específicamente, jugando al paco ladrón: el dueño del inmueble hace como que abre una caja fuerte cuando la superheroìna Pop Claw aparece para detenerlo. Sólo que en vez de detenerlo lo lanza al piso y procede a sentarse en su cara esperando algún tipo de retribución orgásmica. 

Bien por ella, que logra su objetivo. Pero en el peak de excitación aprieta demasiado sus piernas y revienta espectacularmente la cabeza del pobre caballero. Satisfecha y mojada, descubre con horror, segundos después, que entre sus piernas lo que corre es la sangre y cerebro del ex ser humano.

Diabólico.

¡Laser baby!

Cuando Billy Butcher y Mother’s Milk descubren que los milagrosos superhéroes no son designio de Dios sino inventados en laboratorios por Vaught International, lo hacen mientras huyen de los militares y se encuentran con una guardería donde destaca un bebé con un poder muy especial: lanza rayos láser por los ojos. 

Y cuando llegan los malos, Billy no haya nada mejor que tomar al bebé en sus manos y apretar levemente el cuello para transformarlo en una letal arma futurística, cercenando brazos, piernas y cuerpos completos gracias a la visión láser del neonato. 

Alcanzando un peak insólito de brutalidad y humor negro, esta escena es un recordatorio de que el show no tiene muchas contemplaciones. Y ojo, que la versión del cómic es bastante más ruda que la de la serie. 

Miradas que matan

Resumen de lo peor de Vought International, Homelander es tan buen superhéroe para el público como bastardo de primera para quienes lo conocen de verdad. Racista, traumado y con serios problemas de autoestima, el indestructible supe -interpretado magistralmente por Anthony Starr-  pasa toda la primera temporada actuando como el muñeco de Madelyn Stillwell , VP de Vought y suerte de madre/pareja del rubio héroe.

Pero cuando descubre que Stillwell le mintió sobre su origen real, el tipo se harta. Aprovecha una trampa armada por Billy Butcher, que la tiene con un chaleco explosivo amarrada a una silla para usarla como gancho contra el mismo, y tras encararla por sus mentiras, el maldito sádico la mira y le achicharra los ojos, la nariz y el cerebro de la ejecutiva, anulando así la ventaja que Billy Butcher creía tener. 

Aunque Homelander es responsable de la gran mayoría de los momentos más cuáticos de la serie -destrozó dos aviones, asesinó a medio pueblo árabe y se masturba sobre la ciudad-, el que haya asesinado a quien se supone era la única persona que lo controlaba significa que Homelander estará libre de hacer lo que se le ocurra, para horror de todos. 

Pobre ballena

Junto a Homelander, The Deep -versión psycho de Aquaman en el mundo de “The Boys”- bien puede ser el tipo con mayor cantidad de momentos ¡¿que chucha?!  a lo largo de la serie. El tipo ha sido culpable de cuasidelito de homicidio de un pobre delfín, acoso sexual, tuvo sexo con cetáceos y conversaciones con sus braquias. 

Pero de todos, creemos que el más triste/chocante/sangriento, corresponde a este: con los Boys escapando en lancha, The Deep decide que este será su gran retorno en la 2da temporada y decide utilizar sus habilidades marinas para montar una ballena y detener el paso del bote motorizado en una playa.

Craso error: justo cuando The Deep luce orgulloso arriba de la ballena varada, con un rostro iluminado por su exitoso retorno, Butcher decide acelerar y atravesar al enorme cetáceo, lanzando lejos al triste Deep y dejando la playa llena de sangre y vísceras.

Cabezas explosivas

Ya al final de la segunda temporada, y con el conflicto de los superhéroes en escala política, se empieza a desgranar el choclo sobre la relación entre Vought International y el gobierno de EE.UU. Todo deriva en un juicio donde un testigo -el científico a cargo del laboratorio de bebés superhumanos- se acerca a testificar y acabar con la siniestra operación global. 

Pero, de pronto, boom. El juez fallece producto de la explosión de su cabeza, a vista de todo el mundo. Tras el impacto inicial, le sigue el testigo principal cuya cabeza también explota. Y otro después. Y otro más. Una seguidilla de pequeñas y sangrientas explosiones que dejan a quienes siguen el juicio por televisión en shock, y a los que ven la serie con un ¿¡qué chucha?! en la boca. 

¿El responsable? No es bueno contarlo. Ya se estrenó la 3ra temporada de “The Boys” y si no sabe porque no la ha visto, y le gustó lo que está leyendo, vaya a por ella con la misma brutalidad de Billy Butcher. No se arrepentirá.  

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