Otras diez series que no pasaron la primera temporada

Mientras unos son campeones, otros enfrentan el descenso. Es la ley en el fútbol, principio que si se traslada a la industria televisiva se refleja en series que perduran en el tiempo y otras, como la esperada “Cowboy Bebop”, que simplemente no funcionan y son canceladas prontamente. 

Motivos hay varios: por malas, por caras, o porque simplemente no calzaron con su audiencia en su momento. Hoy algunas son de culto y otras fueron olvidadas. Recorrimos la memoria de internet y seleccionamos 10 ejemplos especiales, partiendo por dos clásicos que algo sonaron en el Chile de los 80.

Automan (1983)

Una vez terminado el rodaje de TRON  a principios de los 80, el productor Donald Kushner, aparentemente fascinado por los efectos visuales logrados en ese clásico de Disney, decidió experimentar con una serie de televisión casi o tan futurista. 

Así nace “Automan”, show que dieron hasta el cansancio en Canal 13, donde un policía /experto en computación programa una inteligencia artificial para combatir el crimen, la que desarrolla mediante un holograma a un individuo, el titular AutoMan, además de crear, con un cursor, un auto, un helicóptero y muchas cosas más. 

Y aunque en rating no fue un completo desastre, el horroroso año que tuvo su canal, ABC, hizo que desapareciera junto a una camada completa de series. Tampoco ayudó el alto costo de esos efectos especiales: se dice que cada episodio costaba 1 millón de dólares.

Manimal (1983)

Producida por Glen A. Larson, “Manimal” es la historia de un playboy que por un misterioso  motivo tiene el don de transformarse en cualquier animal que desee. Cualquiera.

Pero en los ocho capítulos que se alcanzaron a televisar antes de su cancelación, sólo vimos al joven Jonathan Chase transformarse en un halcón o en una pantera. Al menos en pantalla. 

Eso, la simpleza de la historia o las horribles críticas que recibió del medio estadounidense –David Letterman hizo especial hincapié en esto en su famoso Late -, conminaron a que la serie fuera cancelada rápidamente. 

Algo injusto para algunos. Sobre todo los franceses, nación que de vez en cuando recuerda su corta pasada en televisión, y que revienta el rating  cada vez que la pasan. Incluso el DVD salió tres años antes allá que en EE.UU. y  hubo intención de hacer un update con los actores originales, algo que evidentemente no tuvo éxito. 

Freaks and Geeks (1999)

“Freaks and Geeks” tuvo una horrible pasada por la televisión gringa, siendo cancelada prontamente. Pese a ello, el talento desplegado en ese show empezó a esparcirse por todos lados, partiendo por sus productores, los hoy reconocidos Judd Apatow y Paul Feig, enormes nombres de la comedia estadounidense reciente.

Pero fueron los rostros los que dieron más que hablar en los años siguientes, especialmente James Franco, Seth Rogen y Jason Segel, reconocidos actores de cine y la televisión estadounidense contemporánea, y que junto a Linda Cardellini, formaban los “Freaks” del título.

A ellos se sumó el “Geek” Martin Starr, otro actor que pasó del universo indie televisivo a acompañar a los superhéroes del MCU en las cintas de Spider-man. Ellos, junto a otros rostros más conocidos en el circuito local, rápidamente transformaron a esta serie en un hit de culto.

That 80’s Show (2002)

Desarrollada por el mismo equipo detrás de “That 70’s Show”, esta serie es un claro ejemplo del chiste repetido que sale podrido, pues tomó el molde para adaptarlo a una época que estaba lejos del cariño que generaban los 70.

Nuevamente usando actores relativamente desconocidos -entre ellos, Chyler Leigh (Supergirl) y Glenn Howerton (It’s always sunny in Philadelphia)- el efecto no fue el mismo: como avanzando en el tiempo los estudiantes fueron reemplazados por cínicos jóvenes adultos y las conversaciones no tenían el mismo peso emocional.

La crítica la odió. Criticó la química, el excesivo uso de los 80 para sacar risas, en vez de las historias entre los personajes, e insistieron en que esta vez el chiste llegó 20 años antes. 

Quizás es hora de tener un “That 90’s show”.

Firefly (2002) 

Otra de las llamadas series de culto,  “Firefly” es uno de los principales ejemplos de shows cancelados muy pronto. Lo bueno es que una vez que desapareció de la pantalla,  tuvo un enorme éxito a la hora de vender DVD’s, poleras y, en general, transformarse en una serie adorada por un público que comenzó a construir el pedestal donde posarían a Joss Whedon, creador de “Firefly”, cerebro de “Buffy” y clave en buena parte de lo que es el MCU.

Esto gracias al encanto de sus guiones y, en esta ocasión, un reparto dirigido por los inolvidables Nathan Fillion y Alan Tudyk, junto a Summer Glau y Morena Baccarin, cuatro rostros que nunca más dejaron la órbita de la memoria nerd y siguen paseándose por convenciones con el más absoluto respeto. 

Pero nada de eso le importó a la maquinaria. Con un rating exiguo – lugar 98 de los programas más vistos en EE.UU. ese año – la serie fue cancelada luego de emitir 11 de sus 14 episodios. 

Pese a ello, este western espacial generó un enorme cariño de la audiencia, la que, con el paso del tiempo, memes y chistes sobre no tener segunda temporada, terminó transformándose en una leyenda de la ciencia ficción televisiva. 

Clone High (2002)

Estreno absoluto en la dirección, guión y producción del dúo Lord/Miller – creadores de la insuperable ”Spider-man: into the Spider verse”, entre otras joyas -, junto al también joven Bill Lawrence, creador de “Scrubs”, “Spin City” y la notable “Ted Lasso”, esta serie animada para adultos transmitida por MTV es otro ejemplo de malentendido entre el producto y la audiencia de la época. 

Pero estuvo cerca. Comedia juvenil estilo Beverly Hills 90210, “Clone High” narraba las peripecias de los clones adolescentes de Abraham Lincoln, Juana de Arco, Cleopatra, J.F. Kennedy y Ghandi, todos con referencias culturales a las figuras históricas respectivas y los clichés de las series juveniles clásicas.

¿El único problema? Ghandi, que en tono con el resto de los personajes, era interpretado de manera completamente opuesta a los valores históricos de cada uno de los originales de la historia. Y mientras Lincoln era un joven lleno de dudas, Mahatma era un descerebrado joven objeto de bromas de todo el mundo. 

Rápidamente India dijo “momentito”  y tras una serie de huelgas de hambre en protesta por la forma en que apareció su amada figura en esta serie animada, MTV decidió cancelarla.

¿Lo bueno? Dado el culto que generó, se planean nuevas temporadas con el mismo equipo creativo. 

Father of the Pride (2004)

Conceptualmente hablando, “Father of the pride” quizás se adelantó a su tiempo. Estrenada el año 2004, el tono adulto de sus tramas, pero sin perder una pizca de elegancia y estilo en el arte infantil, hubiera calzado perfecto con el cinismo animado que conocimos con “Shrek” -de los mismos creadores- y que hoy inundan la grilla animada de Netflix, HBO Max y más.  

Enfocada en una familia de leones blancos liderada por Larry (voz de John Goodman), felino protagonista del show de Sigfried & Roy, “Father of the pride” tomó dos años en ser escrita, dirigida y dibujada. Y como proyecto a cargo de Jeffrey Katzenberg para Dreamworks, no era cualquier serie.

Y partió bien. Con un rating decente y competitivo en el principio, aprovechó con creces toda la publicidad que le dieron los Juegos Olímpicos ese año. Desgraciadamente, la serie sufrió dos infortunios no menores: el primero, verse afectado por  las constantes interrupciones dadas por la cobertura de las elecciones presidenciales del año 2004, lo que terminó hartando a la audiencia. 

Lo otro fue más grave: un accidente sufrido por Roy durante un show en Las Vegas, lo que terminó afectando las cifras de audiencia. A eso sumó la queja de la tradicional asociación de padres gringos, que protestaron el tono adulto de una serie que supuestamente era creada por los mismos cerebros de “Shrek”, y esperaban la misma inocencia (no sabemos qué película vieron).

Sea como sea, y a un costo de dos millones por episodio, “Father of the pride” no valió la pena el jaleo y se fue para la casa en menos de un año. 

Skins US (2011) 

Aunque existe una corta tradición de fallidas adaptaciones gringas a famosas series de televisión británicas, lo de “Skins” fue el caso más infame de desatino moral, considerando los estándares puritanos del mercado estadounidense.

Adaptación fiel de la muy cool y exitosa “Skins” británica del 2007, cuna de nombres como Dev Patel, Kaya Scodelario y Nicholas Hoult, la audiencia gringa simplemente no pudo con la seriedad y gráfica sensualidad de su versión de esa historia de adolescentes siendo jóvenes en Baltimore, EE.UU.

Encargada por MTV a los creadores originales, la serie se llenó de críticas desde el día uno dada su naturaleza gráfica y temáticas adultas. Sin embargo, hubo otro problema un poco más serio: al igual que la serie original, contó con actores jóvenes y casi sin experiencia, lo que derivó en acusaciones de prongrafía infantil. 

Sin embargo, la respuesta correcta siempre es más corta: la audiencia gringa simplemente no conectó con esta historia adolescente y prefirió seguir viendo cosas como “Jersey Shore” y derivados. 

Marvel’s Inhumans (2017)

Si a alguien le preguntaran por el peor fracaso en el Universo Cinematográfico de Marvel, algunos dirían “Thor 2”. Otros, “Eternals”. Algunos más osados dirían “Iron Fist”, aquella serie de Netflix que no le llega ni a los talones a la subvalorada “Jessica Jones”, y que son oficialmente del canon MCU. 

Pero nadie recordará a “Inhumans”, serie tan fallida que fue olvidada tan pronto se estrenó, el año 2017. Creada por Scott Buck (Dexter – Six Feet Under), está basada en una de las tantas familias del mundo del cómic de Marvel, y se suponía iba a aparecer, de alguna forma u otra, en el cine. De hecho, fue “spoileada” durante “Agents of S.H.I.E.L.D..” y entregaba la primera conexión con los famosos Kree que conocimos en “Capitana Marvel”.

Pero nada de eso ocurrió. Anunciada primero como película, transformada en serie y después en un recuerdo olvidado, “Inhumans” era de frentón pésima. Se estrenó con IMAX -la primera serie televisiva en hacerlo- y prometió los mejores efectos especiales vistos. 

Solo terminó siendo el principal argumento de porqué el ArrowVerse de la DC dominaba sin contrapeso el espectro televisivo hace 5 años.

Cowboy Bebop (2021)

Qué decir de esta serie, el motivo de porqué escribimos esta lista. La última víctima de ese huracán de producción llamado Netflix,  que estrena y estrena series todos los meses, en un ejercicio donde una de cada 100 se transforma en un hit global imparable, como “Stranger Things” y “El juego del Calamar”

No fue el caso de “Cowboy Bebop”, remake del clásico del animé que había generado altas expectativas, principalmente gracias una rápida campaña de marketing que, visualmente hablando, dejó la vara muy alta. 

Y el casting no estaba mal. Con dos actores algo desconocidos pero acertadísimos en los papeles secundarios, fue John Cho -de Star Trek- el encargado de encarnar al mítico Spike Spiegel en sus andanzas estelares, como vaquero del espacio. 

Pero no pasó nada. Aunque Netflix no ofrece cifras de visionado, es probable que el culto al original no sea tan masivo como se creía. Y si bien las críticas tampoco fueron las más benevolentes, el resultado final está lejos de lo que podría haberse considerado un desastre. 

Veremos que pasa. 

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