Así como la tecnología blockchain permitió el surgimiento de las criptomonedas y su especulación -acaso lo más visible-, también facilitó otras aplicaciones que no siempre son las más comentadas. La cadena de bloques, al tener la capacidad de emitir activos irrepetibles e inalterables, también hizo resurgir a la industria del arte (gracias al NFT) y la digitalización de la titularidad de bienes o derechos, conocido como tokenización.
Por eso era cosa de tiempo para que la blockchain llegara al mercado inmobiliario. De hecho, hace pocas semanas se lanzó la primera empresa en Chile que tokeniza departamentos para inversión desde montos bajos, bautizada como Reity.
Pero, ¿qué implica “tokenizar” un inmueble? En simples palabras, usar la blokchain para dividir la propiedad y emitir tokens que pueden ser comprados por personas. Poseer uno implica poseer las regalías o titularidades proporcionales.
Dicho lo anterior, lo que hace Reity es algo un poco distinto. Vicente González, COO de Reity, explica a Entreprenerd que la startup nació producto de una “ingeniería legal” que les permitió traer el modelo a Chile. ¿Cómo así? La compañía tardó varios meses en forjarse, ya que contaban con un desafío no menor: traer la tokenización al mercado inmobiliario suponía facilidad y agilidad para invertir, pero emitir un token como si fuera una acción u fondo obligaría legalmente a la empresa a regirse como una AGF (administradora general de fondos); mientras que tokenizarla a nivel físico, dividiendo la propiedad por metro cuadrado, se debería tramitar con Bienes Raíces. Y eso costaba tiempo.
“En pos de la agilidad, lo que nosotros tokenizamos no es la titularidad, sino que fragmentamos los derechos a los beneficios. Es decir, cada persona que compra una parte adquiere los derechos de las ganancias por conceptos de renta (arriendo) y plusvalía del inmueble, en caso de venta”, destaca González.
La startup nació bajo dos pilares que facilitaron su materialización. El bagaje inmobiliario de Norte Verde y la capacidad tecnológica de Wall State. Su lanzamiento oficial fue el 13 de diciembre del año pasado y a la fecha ya han tokenizado tres departamentos en Santiago.
“Lo primero es que somos una startup que crece de manera orgánica, porque entendemos el potencial de la tokenización. En Sudamérica nos consideramos pioneros, ya que las compañías en que nos inspiramos son de Norteamérica y España, pero nada parecido existe acá. Trajimos un modelo que ya es exitoso en Estados Unidos, porque hay departamentos tokenizados que se venden completos en apenas 15 minutos”, cuenta el COO de Reity.
En efecto, lo que ofrece Reity es similar a empresas como Real T, Lofty y Reental, y en Chile se materializa permitiendo que cualquier persona pueda comprar su token (alojado en la red de Avalanche) a partir de los $100 mil, teniendo acceso mensual a las ganancias por conceptos de arriendo de la vivienda tokenizada que se eligió y, en caso de vender su token, el usuario puede recuperar su inversión y recibir la apreciación del mercado respecto a la plusvalía del departamento.
Oportunidad
Según varios estudios, el uso de la blockchain para dividir y digitalizar bienes no ha hecho más que comenzar. Un balance del Boston Consulting Group (BCG) estimó que de manera conservadora, la tokenización de activos mundiales podría llegar a los US$16,1 billones para 2030, aunque incluso podría alcanzar los US$68 billones.
Vicente González afirma que lo que hoy buscan es “cautivar la demanda”, ya que si bien estos días no son los más alegres para la industria inmobiliaria, esa misma crisis, la de la velocidad de venta, podría facilitar que muchas empresas se vuelquen al modelo de tokenización y vean a Reity como una opción.
-Vicente, cuando una inmobiliaria o inversor se sienta a hablar con ustedes, ¿entiende bien lo que es la tokenización o les parece algo extraño?
-Si bien pueden tener dudas, te diría que ellos ya saben que el futuro es la tokenización y dada la crisis quieren entrar al modelo. Nos piden reuniones para explicar cómo funciona, pero en general son creyentes de la tecnología. Vienen con una cultura de innovación que los llama a buscar métodos para agilizar su industria. Existe una crisis de velocidad de venta que están sufriendo todas las inmobiliarias y esta es una alternativa.
En estricto rigor si un usuario quiere adquirir un token, basta con contar con $100 mil como monto mínimo, crearse una cuenta en la página de Reity y elegir el departamento del cual quiere comprar su token. No es necesario entender de blockchain ni de poseer alguna cripto, ya que la custodia y tecnología corren por cuenta de la empresa. Además, se tratará de inmuebles ya arrendados.
Teniendo sus primeros tres departamentos, la Proptech/fintech se pone como meta a finales de año de alcanzar un volumen de venta de 10 mil UF mensuales, lo que es similar a repartir los tokens completos de tres departamentos. Luego, alcanzar las 50 mil UF mensuales al siguiente año y posteriormente, quizá, apostar por la internacionalización.
“La tokenización permitirá que el gran mar de chilenos que no califica a un crédito hipotecario, que es la inmensa mayoría, no estarán excluidos de la inversión inmobiliaria. Un inmueble tokenizado permite una agilidad en la transacción, disminuir las barreras de acceso, diversificar las inversiones y tener la seguridad y transparencia que facilita la tecnología”, cierra González.
