Trabajo híbrido en Chile: los desafíos que plantea esta atractiva modalidad

Con claras ventajas en autonomía y bienestar humano, la masificación del sistema híbrido como modalidad de trabajo plantea desafíos que requieren madurez laboral de los trabajadores, y responsabilidad organizacional de las empresas.

Autonomía.

Esa es la palabra que define de mejor forma el trabajo híbrido, modalidad laboral que permite al trabajador determinar buena parte de sus tiempos para funcionar unos días en la oficina y otros en casa. O dónde sea.

Quizás por eso muchos trabajadores valoran de buena forma este ritmo laboral: según la encuesta EY Work Reimagined 2022, publicada en septiembre de este año, y que entrevistó a más de 17.000 colaboradores de 26 industrias diferentes y 1.500 empresas en 22 países, entre ellos Chile, Brasil y México, un 83% de los chilenos quiere trabajar de forma remota dos días a la semana o más, lo que está en línea con los encuestados en Latinoamérica (88%) y el mundo (80%).

A conclusiones similares llegaron en WeWork, poderoso actor multinacional en esto del trabajo remoto. En su estudio “Más allá de la revolución híbrida: la paradoja del trabajo flexible en Latinoamérica” desarrollado junto a la reclutadora Michael Page, quedó claro por qué la gente prefiere esta forma de trabajo.

Mientras el 50% de los encuestados cree que el modelo híbrido ha impactado positivamente en los procesos creativos, la salud mental y la productividad, el 87% manifiesta sentirse más feliz y saludable compartiendo su jornada entre la oficina y su casa, pues entrega dinamismo y flexibilidad.

Victor Parra, de WeWork Chile

¿Algo más? El 84% considera que la reducción del tiempo de desplazamiento es la principal ventaja de esta modalidad, factor que según Víctor Parra, country manager de WeWork Chile, hoy se valoriza en términos cualitativos, no cuantitativos.

“Si te toman dos a tres horas el desplazamiento al lugar de trabajo, ¿que representan esas horas en tu vida personal?  Pueden ser tiempo con hijos o pareja, o hacer trámites, tareas en casa, o tomarse una cerveza. Esa cantidad de cosas empiezan a considerarse más, y a valorarse”, cuenta.

Trabajar mejor, no más.

Aunque el principal temor del trabajo remoto era el “asegurarse que el trabajador trabaje”, con el tiempo la visión cambió significativamente: hoy, el colaborador híbrido debe asegurarse que su trabajo sea visto, pues a diferencia de la oficina, no puede hacer como que trabaja. O sea, se controla la producción no el tiempo de trabajo.

Te ahoga tu jefe o tu hija. Tú eliges. El engaño del libre albedrío.

“El 42% de los encuestados cree que en el modelo híbrido se pierde visibilidad, pero en el modelo de trabajo anterior todos los días tengo que mostrar que trabajo todo el tiempo. Y eso a veces no es necesario. Todo depende de la perspectiva, y en el modelo híbrido el colaborador se hace valer por su trabajo y no por lo que aparenta”, agrega Parra.

En ese sentido, la buena evaluación del sistema híbrido habla bien de los trabajadores pues como cuenta Cecilia Undurraga, directora de personas y culturas en la empresa de software de gestión de capital humano Rankmi, este sistema exige responsabilidad.

“Los colaboradores deben ser capaces de responder de manera responsable ante los beneficios que significa un modelo híbrido, sin mermar la calidad del trabajo que entregan”, asegura la ejecutiva.

Y según el estudio de WeWork, la mayoría de los colaboradores híbridos han captado el mensaje: el 81% cree que esta modalidad ha afectado positivamente su productividad, al punto de cambiar un paradigma incrustado en la psiquis del trabajador chileno por años: trabajar más horas es mejor.

“La gente cree que la productividad son más horas trabajadas cuando en realidad ser productivo es hacer lo que tengo que hacer cuando tengo que hacerlo. Si no, hay ineficiencia, pero eso no es trabajar más horas. Si soy productivo trabajo el tiempo que me corresponde y el que debo cumplir. Y si hago eso hay un impacto positivo en la salud mental de las personas”, agrega Parra, de WeWork.

Desafíos

Aunque el trabajo remoto absoluto que vivimos en pandemia no agradó a todos, el éxito de dicha implementación ayudó a dar el siguiente paso hacia un modelo híbrido de trabajo, instancia en la que las empresas tienen varios elementos que considerar.

“Hoy el gran desafío es lograr aplicar metodologías de trabajo que apoyen el trabajo híbrido, asegurando que los equipos avancen de manera fluida en sus objetivos y se sientan cómodos con la combinación entre la oficina en casa y el trabajo presencial”, asegura Undurraga.

Menos tele y más trabajo. Otros tiempo.

Eso va desde “los horarios y flexibilidad hasta la entrega de herramientas necesarias para tener un buen desempeño”, dice la ejecutiva.

“En materia laboral se han ido dando pasos que apoyan las buenas prácticas para el trabajo híbrido y han ayudado a Chile a posicionarse de mejor manera respecto a esta modalidad de empleo, como por ejemplo la legislación respecto al derecho a desconexión”, agrega.

A eso se suma la Ley Nº21.220 que regula el teletrabajo, y que se promulgó el 24 de marzo del 2020, y que si bien resolvió varios asuntos, para muchos no ha sido suficiente.

“La Ley de Teletrabajo salió apurada. Y aunque estaba hace rato en el Congreso, por la pandemia la sacaron a la rápida. Eso hizo que fuera aprobada con varias falencias”, asegura Diego Campos, abogado especialista en temas laborales.

¿Cómo cuales? “Lo más básico es una silla acorde a un trabajo de ocho horas al día. Mucha gente se sienta en la silla del comedor, o donde puede, y eso puede generar un daño. Lo otro es el tema de bono por internet, recurso necesario en algunos trabajos y que el empleador debería cubrir”, asegura el también socio de DDE Legal, oficina especializada en el derecho de los trabajadores

Sin embargo, el problema va más allá de las carencias. La falta de fiscalización de estos asuntos hace que la denuncia sea casi nula pues las faltas, de ser comprobadas, acarrean multas menores.

“Muchas veces la gente no denuncia con respecto al derecho a la desconexión, por ejemplo, porque no hay sanción. Y no tiene sentido armar una pelea con el jefe por un asunto que tiene pocas posibilidades de avanzar” , dice el abogado.

Eso, existiendo tecnología para controlar este tipo de cosas, como el trabajo en ciertas plataformas y el registro constante para verificar que un computador está o no siendo utilizado.

“La idea es que esas herramientas controlen tanto que un trabajador cumpla el horario como que no trabaje mas de lo que le corresponde. Y cómo eso se puede hacer, no tiene sentido que aún no se pueda fiscalizar formalmente”, agrega Campos.

Estanos todos de acuerdo que andar en micro apesta, ¿no?

Raya para la suma

Carencias laborales o no, lo cierto es que para los colaboradores, el equilibrio que entrega el trabajo hibrido, la autonomía a la hora de distribuir los tiempos personales, y el efecto positivo que genera todo esto en la salud mental y física hacen que esta modalidad sea muy agradecida.

“El 62% de los encuestados quisiera elegir donde trabajar, y eso tiene que ver con la autonomía que busca. Quizás remoto completo o híbrido. Pero esa libertad y flexibilidad es la que tiene más valor hoy, pasando a segundo plano temas como metas desafiantes, salarios competitivos e incluso un plan de carrera”, asegura Victor Parra, de WeWork

“La modalidad híbrida se ha convertido en una oferta atractiva para quienes buscan trabajo, siendo un factor relevante a la hora de negociar. Diversos estudios revelan que el perfil de los trabajadores ha cambiado, privilegiando su bienestar personal a través de beneficios que les permitan mejorar su calidad de vida”, cuenta Cecilia Undurraga de Rankmi.

Por eso es importante que las empresas se preparen como corresponde para un mundo donde los valores van cambiando rápidamente, pero sin perder de foco el sentido de pertenencia que se debe mantener dentro de una organización, ideario donde las condiciones de trabajo son clave para generar un buen nexo entre empresa y colaborador.

“Es importante que las empresas entreguen las herramientas y establezcan metodologías de trabajo que permitan a las personas autogestionar sus tiempos y trabajar en base a objetivos por sobre horarios, debiendo confiar en la capacidad de sus colaboradores para  manejar sus tiempos laborales”, cierra la ejecutiva.

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