Para la industria cripto, 2022 inició a pocas semanas de que Bitcoin alcanzara su precio histórico de 64 mil dólares, hecho que alimentó las expectativas de muchos. Sin embargo, terminó siendo un pésimo año: no solo por la caída de precio sostenida durante el año, en gran parte porque todos los activos de riesgo fueron dejados de lado por los inversionistas en el mundo, sino que especialmente por el fraude que explotó con FTX, empresa a escala global que manchó la reputación de la industria.
Pese al descalabro de fin de año, las criptomonedas lograron estabilizarse incluso por sobre niveles de fines de 2020, arrastradas por un Bitcoin que se cotiza cerca de los 16 mil dólares. ¿Es una señal de optimismo o se debe tomar con cautela?.
Joel Vainstein, cofundador de la plataforma cripto chilena Orionx, destaca que “la industria cripto venía con una tendencia bajista desde antes de la crisis de FTX y si bien esta provocó una caída en los mercados, fue bastante menos significativa a lo que se podría haber esperado. De hecho, incluso antes de la implosión del exchange de origen americano, que provocó una caída en el precio del Bitcoin hasta los US$15.500, se hablaba de que el precio de Bitcoin podía llegar a niveles de 11 o 12 mil dólares en estos meses”.
Sin embargo, el experto llama a no sacar cuentas apresuradas, ya que “aún nos encontramos en un bear market, o mercado bajista”. Eso sí, recalca que 2024 debería ser un año clave, mientras que un 2023 con una estrategia clara será muy importante a la hora de sacar provecho de un eventual repunte que se vendría, según coinciden los analistas, lo que se grafica en tres pilares:
1-Perfil y meta: varios de los ya usuarios de monedas digitales acudieron a liquidar sus inversiones tras la caída del precio en 2022. Eso, en gran medida, se debe a que no calcularon bien su perfil de inversionista ni la tolerancia al riesgo. Es importante volver a calibrar cuánto se está dispuesto a perder en pos de obtener buenos resultados, entendiendo la volatilidad que aún vive el mercado de las monedas digitales. Con eso claro, ya se puede avanzar al segundo paso.
2- Billeteras frías: Vainstein afirma que uno de los grandes aprendizajes del descalabro de FTX fue que a las personas, si no están realizando un trading activo con criptos, les convendría custodiar sus activos en cold wallets (o billeteras frías). Se trata de dispositivos físicos encriptados que permiten almacenar el código único de cada activo digital, similares a los tradicionales pendrives, que en la práctica no son hackeables ni adulterables a menos que se comparta la clave de acceso de manera negligente. Cabe recordar que en el caso de la exchange norteamericana, muchos de los usuarios perdieron sus inversiones ya que, de manera maliciosa, la compañía creó una puerta trasera que permitía desviar los activos de las personas hacia otros fines. Más allá de que ese fue un caso delictual, Vainstein afirma que no está de más tomar precauciones en el día a día en caso de otros escenarios, como hackeos o problemas de infraestructura.
3- Horizonte en 2024: La última recomendación del experto, y quizá más importante, es que los interesados en seguir invirtiendo en el mercado cripto podrían optar como estrategia una compra periódica para promediar un buen precio de entrada a la industria, hasta que se rompa la tendencia bajista de aquí al 2024.
¿Por qué ese año? El cofundador de Orionx destaca que ese año, aproximadamente en junio, ocurrirá el evento más importante de bitcoin y que se da cada cuatro años: el halving.
“Lo que hace es reducir a la mitad la emisión del activo digital. Es el mismo evento que ocurrió el año 2016 y que generó la gran subida de precio el 2017, y que volvió a ocurrir el año 2020, provocando la gran subida del valor el año 2021. Este hito marca el nuevo ciclo y dado que disminuye la nueva oferta de bitcoin disponible en el mercado, debería generar una nueva presión al alza en el precio, lo que esperamos nos lleve a nuevos máximos históricos en su valor”, destaca el experto.
