La insistente inflación: la vida seguirá estando cara

Inesperado IPC de noviembre, según los expertos, da cuenta de lo difícil que es controlar la inflación, fenómeno que persistirá por un tiempo más.

“No se puede bajar la guardia”. Es lo que dijo el ministro de Hacienda, Mario Marcel, respecto al sorpresivo dato del IPC en noviembre, dando cuenta que para controlar el alza en el costo de la vida, queda camino por recorrer.

Y es que según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Índice de Precios al Consumidor llegó al 1%, muy por sobre el 0,4% esperado por los expertos. Así, tras dos meses en que la tendencia del costo de la vida iba a la baja, la inflación anual se revela y vuelve a subir ubicándose en el 13,3%.

“Esto no pone en duda la tendencia inflacionaria, que va a ir a la baja a pesar de meses en particular”, dijo el jefe de la billetera fiscal, pero reconoció que “esta es una cifra que nos recuerda que la inflación no ha desaparecido, nos queda mucho tiempo por recorrer, no se puede bajar la guardia y tenemos que seguir monitoreando y tomando las medidas necesarias”.

El inesperado dato de precios llega un día después que el Banco Central (BC) mantuviera la tasa de interés en 11,25%, la forma que tiene este organismo para “hacer más caro el dinero” en un intento de frenar esta alza en el costo de la vida. Sin embargo, en esta misma jornada, la entidad sacó su Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre, una especie de hoja de ruta de lo que viene para nuestra economía.

Dicho reporte da cuenta que el BC prevé una mayor inflación para este y el próximo año, respecto de lo que estimaba en septiembre y que recién en 2024 volveríamos a rangos normales en torno al 3%.

Al respecto, la presidenta del ente emisor, Rosanna Costa, fue tajante. Al presentar el IPoM ante la comisión de Hacienda del Senado, sostuvo que “es evidente que la tarea está inconclusa y aún nos esperan meses difíciles”. Además añadió que “dos tercios de los factores que están detrás de la inflación son de naturaleza local”.

“El Banco Central ha elevado su proyección de inflación, pero también hay que tener en cuenta que el nivel de inflación que se venía arrastrando es bastante alto, por lo que esperar una baja brusca era impensado”, dice Jean Paul Quinteros, economista y académico de la Universidad Central, como una forma de aterrizar la situación.

Algo con lo que coincide Alejandro Urzúa, analista económico de la Universidad Andrés Bello y de OpenBBK, quien sostiene que “sin duda fue una noticia sorprendente para todos, porque la expectativa era menos de la mitad”, añadiendo que “esto se debe a un exceso de optimismo”. A su juicio, faltó una mayor persistencia a la baja para hablar de una tendencia en el tiempo.

Factores que persisten

Según ambos especialistas, hay factores externos e internos que siguen poniendo a prueba a nuestros bolsillos. “El precio del petróleo sigue estando alto, el conflicto en Ucrania se mantiene y las protestas en China que tienen al gobierno de Xi Jinping bastante preocupado por la inestabilidad política y social”, resalta Quinteros. Y si bien el dólar, gran dolor de cabeza en los últimos años, ha cotizado a la baja últimamente, “en promedio sigue siendo más alto respecto de los últimos 10 años”, acota el académico. 

Por su parte, Urzúa destaca que sigue habiendo una batería de factores y que también afectan a otros países del mundo. Aunque también hace hincapié en ingredientes internos. “Aún tenemos incertidumbres que igual repercuten en la claridad de los inversionistas y vemos en el IPoM que la inversión va a seguir bajando”, aspecto clave para el crecimiento económico, recalca. A su juicio, la batería de reformas por delante “y el proceso constituyente que aún no está zanjando es tener ahí el peor de los mundos, sumado al escenario internacional que se mantiene”.

Seguir con el cinturón ajustado

Mientras todo indica que deberemos seguir soportando un alto costo de la vida, los especialistas indican cómo lidiar con este contexto. “Tenemos que darnos cuenta que la economía debe tener crecimiento, es lo que más me preocupa”, dice Urzúa.

Recuerda que durante el estallido social, de lo que más se habló es de desigualdad, pero recalca que “para repartir de mejor manera, tiene que haber más torta y eso pasa por el crecimiento”.

Las familias ya lo están haciendo, pero habrá que seguir con el cinturón apretado. “Tratar la deuda de corto plazo y racionalizar el consumo es la mejor arma para enfrentar la crisis económica”, concluye Urzúa.

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